Managua; Nicaragua. 20 de Marzo de 2022.
Porque en la transmisión del verbo hecho carne llevo implícita mi propia penitencia espiritual, algunos sentimientos muy íntimos, pero conjugando sentimientos propios y compartidos, muy a lo interno de mi propia consciencia, aquí y ahora, enmarcada en el cumplimiento de mis deberes con asuntos excesivamente oscuros/complejos, que perturban la tranquilidad emocional de cualquier mortal que intente esclarecerlos, o morir en el intento… Este es el caso que recién comienzo a documentar en este abordaje para entender/comprender — “et antiquum documentun/ Novo cedat ritui/ Praestet fides supplementum/ Sensuum defectui” — El Reino de Dios entre los cristianos que cotidianamente solicitamos su venida en la consabida oración al Padre Eterno: “Pater noster, qui es in caelis sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in caelo, et in terra…”
Efectivamente, para cualquier buen cristiano o persona de filiación cristiana, El Reino de Dios se trata de un ambiente Físico-Psíquico/Social-Espiritual en donde:
1) Aquí y Ahora No existen las deudas. Vale decir, Acá y Ahora Nadie le debe nada a nadie.
2) El mensaje de su existencia nos fue trasmitido por mensajeros llamados profetas, mesías de segunda venida a este mundo, “Aquel que ha vuelto una vez”.
3) Sus maestros se alimentan de la limosna del territorio sin deuda.
4) Es necesario instruirse en la visión del significado de la enseñanza para experimentar el goce de la liberación. “Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. “ (Romanos 14:17 /Reina-Valera 1960).
5) Se conservan valores éticos/morales sempiternos reconocidos por todas las civilizaciones y culturas, identificados con virtudes deseables entre hermanos de un mismo padre: El bien, la bondad, la sabiduría, la justicia, el amor, la libertad, la responsabilidad, el desarrollo perfectible del ser, etc. contrapuestas a perturbaciones viciosas indeseables, pero superables: El mal, la maldad, la Ignorancia, la injusticia, la ira, el odio, el ego, el apego, la codicia, etc. …
6) Las tradiciones Teológicas de las diversas religiones monoteístas (Cristianas, islámicas, Judías, etc.) asumen numerosos rituales y tradiciones que abordan la misericordia, el perdón de Dios, de su majestad y su reinado, que moldean las actitudes religiosas populares de sus creyentes.
7) Practican INDIVIDUALMENTE la Misericordia Divina, aportada en Las Palabras Ocultas de la Fe Bahá’í… “¡OH HIJO DEL ESPÍRITU! : Ante mi vista lo más amado de todas las cosas es la Justicia, no te apartes de ella si me deseas, no la descuides para que confíe en ti. Con su ayuda verás por tus propios ojos y no por los ojos de otros, conocerás con tu propio conocimiento y no mediante el conocimiento de tu prójimo. Pondera en tu corazón cómo te corresponde ser. En verdad, la justicia es mi don para ti y el signo de mi amorosa bondad. Tenla, pues, ante tus ojos.”
Este ensayito es un presente a mi Torito Bravo, Eduardo José, en el 43 Aniversario de su natalicio.